Bruno Díaz regresó por la puerta grande |
Después de una década dedicada a la actividad política como Concejal de Bogotá (llegó a ser candidato a la Alcaldía de Cali y Secretario General del malogrado Polo Democrático), la escena nacional recuperó a uno de sus grandes artistas, al que hemos vuelto a ver noche a noche en la telenovela El Día de la Suerte, del Canal RCN.
En ella interpreta al paisa Medardo, un personaje de barrio popular que vive en inquilinatos, prototipo del colombiano que se rebusca en diferentes actividades porque no tiene un trabajo formal, ingenioso al conseguir lo mínimo para su subsistencia, siempre acosado por deudas pues a duras penas consigue para cumplir con sus obligaciones básicas.
Dice Bruno sobre su personaje: “Medardo hace o inventa lo que sea para pagar la pieza donde habita y poder alimentar a sus mascotas (un loro y una culebra), sus dos seres queridos con los que vive y trabaja. Siempre fantasea con negocios que de la idea no pasan, sin que pierda la alegría de vivir, el deseo de amar y el buen humor. Cuando se entera de que su hijo (Leonelo Álvarez) se ganó la lotería, irrumpe reclamando su parte, recibiendo el rechazo por haber abandonado a su familia, aunque lo perdonan”.
Del amplio componente musical en la comedia “El Día de la Suerte”, al personaje de Bruno le correspondió la parte tanguera: “para mí es muy atractivo interpretar personajes que canten y bailen. Medardo es un tanguero de raca mandaca y su afición por la música del arrabal porteño a veces lo lleva a la irresponsabilidad porque le revuelve ‘guaro’, o le sirve de sostén espiritual y escape a los rigores de la vida”.
Pero a la par de la telenovela, Bruno también está preparando el lanzamiento del primer CD con su “Orquesta Obsidiana”, titulado Obstinato. Lo hará el próximo viernes 11 de octubre, en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán de Bogotá, confiando en que esta faceta musical, la menos conocida del artista, también camine de manera exitosa.
Será un disco de canciones originales, con letras de su autoría y música realizada en llave con su director, el pianista Beetho Díaz. Allí se combinan la canción social y la canción de amor, en diversidad de géneros vertidos con claro sabor caribeño: salsa, bolero, cumbia, currulao, soul, latin jazz, rap, aires indígenas, hasta canto lírico y gregoriano. “Es una producción con historias particulares, letras elaboradas y un fuerte acento rítmico… para que el zapato del bailador se ponga contento”, dice Bruno con su humor característico.
Nuestro artista no oculta la felicidad por estar nuevamente dedicado al trabajo escénico y musical. En este momento vibra entregando al público su “Medardo”, que junto a la novela “El Día de la Suerte” va teniendo gran aceptación, y su nuevo disco, entrañable y poético, donde habla y canta su corazón. “Ojalá el público disfrute la cata tanto como nosotros la cocción”, concluye sonriente y optimista.
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